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Canarícoles

Esta receta fue transmitida por el Abuelo Antonio D´Elia, sin duda alguna, pertenecía al folklore de su región, Calabria, Italia; fue reelaborada muchas veces por las  mujeres de la familia, en los últimos años el único archivo de ella por mi conocido, estaba en poder de Nélida, mi Mamá ella se la pasó Marisa y Ana María, depositando una vez más el patrimonio culinario familiar.

Hoy la recreo nuevamente reproduciéndola para nuestro deleite, por su inconfundible por su sabor, su perfume y su sabor.

Su presentación se asemeja a un ñoquis pero de tamaño un poco más grande, de color dorado oscuro, con de aspecto de masa seca, tiene la mistura de lo salado con lo dulce propiedad que le da la miel, no divisable desde el exterior, brinda un perfume profundo por el clavo de olor y la canela que en su esencia.

 Ingredientes
1 Kg. De Harina común 000
1 Pan de Manteca  (eliminar solo la dureza del frío, ¡no calentar ¡)
1 Cucharadita de bicarbonato, (yo pongo media)
1 Cucharadita de Sal
Clavo de olor (una cuchara sopera, pisadas en Mortero) y canela ½ Cucharadita
½ Copa de Aceite
6 huevos---(3 Claras y 6 Yemas)
1 Copa de vino Oporto
1 Copa de leche

Amasar:
Mezclar los ingredientes para lograr, esta masa es rica en grasa y muy sedosa. Tomar parte de esta, hacer un rodillo de unos dos centímetros de diámetro, cortar en largos de 3 a 4 centímetros, luego apoyar fuertemente dos ó tres dedos en la masa y realizar un movimiento de rolado produciendo un gran ñoquis, esto dará como resultado un tubo de fino espesor para que la cocción se fácil y pareja. Esta operación de rolado resultará fácil si la hacemos sobre una tabla de cocina.

Una vez que hemos obtenido todos Canarícoles, deberemos dejarlos orear sobre algún lienzo un par de horas antes de freír. Evidentemente este lienzo quedará notoriamente saturado de aceite en los lugares donde descansó la masa.

Freír:
esta es la parte más laboriosa y molesta del trabajo, ya que cocinarlos  se producirá mucha espuma en el freidor.Para esta operación deberemos usar un sartén ó un wok, este será más conveniente por tener boca ancha disminuirá la altura de la espuma. Colocar solamente una cantidad de aceite capaz de cubrir los Canarícoles, cuando este esté ya caliente, no en exceso, colocar unos diez ó quince a la  vez, cuando estos estén dorados, retírenlos con una espumadera. Tener previsto una fuente con papel absorbente para que pueda liberarlos del aceite sobrante.

Observarán que en las primeras operaciones no se presentará tanta espuma, pero con el suceder de las operaciones de fritado este fenómeno comenzará a molestar, para solucionar esto hay que tener previsto un recipiente cercano sobre la cocina para que depositemos la espuma producida, la retiraremos con la espumadera. Si le resulta difícil domar la espuma retiren el freidor del fuego un momento.

Será conveniente agregar aceite nuevo cuando la espuma sea muy molesta y mantener bajo el nivel de temperatura durante la cocción.
La cocción llevará más de una hora.

Una vez completada la fritura, calentar medio kilo de miel en un recipiente y pasar de todos los Canarícoles, de poco a la en vez y depositarlos en un recipiente con un colador ó rejilla en su interior, acomodarlos con la apertura hacia abajo para que escurra el excedente de miel, la rejilla evitará que la miel sobrante toque a los Canarícoles mientras estos reabsorben la miel de la superficie, cosa que sucederá en una semana.

En estas condiciones la miel habrá desaparecido de la superficie de estos, quedando el producto listo para almacenarlos en una alacena aireada.

De todas maneras, no creo que después de semejante trabajo podamos resistir la tentación de comer unos cuantos, aunque estén rebosantes de miel.

Sugiero acompañarlos con una copa de buen vino, se sobre mesa, con café caliente ó tal vez solos, cuando al  pasar cerca de la alacena y no resistimos el aroma particular de estos.

Con todo cariño Rodolfo Leone